Bar Ri

“Siempre hemos querido ser un bar de barrio, pero con una vueltecita de tuerca más”, nos avanza Guillermo Barri, responsable de este local que acaba de cumplir su sexto aniversario. El nombre Bar Ri juega con su propio apellido, pero sobre todo quiere dejar constancia de esa voluntad de estar abierto al barrio, las Tres Torres. De hecho, la buena relación con sus vecinos más cercanos es evidente: “La terraza se mantiene porque los vecinos así lo pedían; sin ella, esta plaza -la plaza de Joaquim Pena- se queda desangelada y sin vida”, explica Guillermo. 

Los clásicos del Bar Ri 

La terraza, amplia, grande y soleada, es uno de sus reclamos más evidentes. También su carta, obviamente, que es corta y se estructura en “mucho tapeo y mucho compartir”, dice el propietario. Hay clásicos de toda la vida y otros que ya han marcado la historia del Bar Ri como su ensaladilla, que lleva guisante dulce en lugar de judía, una buena ventresca y una jugosa mayonesa con un punto de aceite del atún. “Es la mejor ensaladilla que te comerás en tu vida”, sentencia Guillermo. Para gustos, ensaladillas. Tendréis que probarla y juzgar por vosotros mismos.

“Compramos patatas distintas para las bravas, la tortilla, la ensaladilla, etc. Y lo elaboramos todo nosotros, todo casero”, prosigue. Trabajan la temporada y con productos locales, algo que se transforma en otros platos característicos como los saquitos de brie trufado, las berenjenas fritas con miel de caña y queso de cabra, los langostinos crujientes con salsa sweet chili, los tomates aliñados estilo canario, en homenaje a la tierra de su jefa de cocina, o los chipirones fritos, que rebozan con harina especial andaluza que les aporta cuerpo y un sabor especial. 

Hamburguesas que son un homenaje 

También ofrecen platos de carne y pescado, para el que quiera evolucionar el picoteo; algunos bikinis, y una pequeña carta de hamburguesas, que hace un homenaje a la historia de este bar, que antiguamente había sido una hamburguesería. La Bar Ri es la más premium y lleva foie a la plancha; la de pollo, es la más nueva; la CheesBurguer, es su versión de la hamburguesa más ortodoxa, solo con carne y queso; y la 3 Torres sorprende con la salsa Bar Ri, elaborada con ingredientes secretos, que no nos quiere desvelar. Solo nos avanza que la base es de mayonesa y fondo de carne. Sabrosísima. 

Un servicio de los de toda la vida 

Los postres son artesanos y, aunque no los elaboran ellos, los compran a los responsables de la pastelería Petit Pastís, que siempre es una buena garantía. Más allá de la carta, para Guillermo lo más importante es el servicio, y cuenta con un equipo que conoce al dedillo las preferencias de los clientes habituales y los trata con absoluta cercanía. “No queremos defraudar al barrio que nos da de comer”, afirma. Tampoco a los que les visitan por primera vez. 

Por ese trato, y por su tapeo, el Bar Ri se convierte en uno de esos lugares a los que recurrir cuando queremos sentirnos como en casa y simplemente picar algo, sin complicaciones ni sofisticaciones, pero acertando. Es el lugar donde regalarse un capricho, disfrutar y desconectar. Su servicio empieza con las comidas y, a partir de ahí, ofrecen cocina ininterrumpida hasta el cierre. A raíz de la pandemia, además, pusieron en marcha una carta de delivery que han conservado y que les funciona a la perfección.  

Aprovechando el cierre de verano, Guillermo hará algunas reformas en el local para “poder trabajar un poco más el concepto de la noche y que la gente venga a tomar copas”, nos avanza. Tendremos tiempo de visitarles para poder explicároslo. Y nos propone otra alternativa para esos días que queremos abrazar la comida más saludable. Es La Poma, otro establecimiento de su propiedad, ubicado en la misma plaza, y con una propuesta que combina cafetería y bar de ensaladas. Al final, todo queda en el barrio.   

Fotos: Flaminia Pelazzi