Leka

Leka, la innovación hecha restaurante
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3 Diciembre, 2015
Anna Tomàs
El Poblenou es el barrio barcelonés donde, hoy en día, se concentran la mayoría de empresas y establecimientos innovadores y creativos de la ciudad, incluyendo el gastronómico. La prueba palpable de esta afirmación la encontramos en el Restaurante Leka.

Corría el año 1984 cuando una pareja decidió abrir un restaurante en el Poblenou. Nacía el Leka, un local de comer casero, familiar, con calidad, que en sus inicios era frecuentado por camioneros, especialmente a la hora de desayunar y de cenar.

En estos poco más de treinta años el barrio ha experimentado una gran evolución. De sede de empresas de transportes ha pasado a convertirse en un gran laboratorio del diseño. El Restaurante Leka también ha evolucionado, podríamos decir que de manera paralela a la del barrio.

Ahora, al frente del restaurante se encuentran los hermanos Ivan y Ernest, hijos de los fundadores. La renovación ha sido total. Y han sabido aplicar la filosofía Km.0 no sólo a la comida sino a todo el local. Todos los que han participado son del barrio.

Los arquitectos Theodosis y Navarro, encargados de la remodelación. FAB LAB, creadores de mesas, sillas y todo el mobiliario. El Centro Universitario de Diseño BAU, que ha diseñado todo el vestuario o el equipo de TL3, responsable de las instalaciones audiovisuales y los nuevos logos.

Entre todos, siguiendo las directrices de Ivan y Ernest, han sabido traspasar la efervescencia del barrio a este innovador restaurante.

Al frente de la cocina encontramos a Jonathan Domínguez, nacido en la ciudad de Valencia, Venezuela. El año 2008 era vecino de Ivan y Ernest, mientras estudiaba en la Hoffmann. Después partió a hacer diferentes training en el Reino Unido y, posteriormente, participó en un proyecto de restaurante en su ciudad natal.

Pero cuando el Leka empezó a tomar forma, volvió a Barcelona para impulsar el proyecto junto a los propietarios. Creador de la cocina del Leka que, como él le gusta decir, se trata de “cocina del mundo” y así nos lo hace sentir en sus platos.

Todo en código abierto

Una de las cosas que llaman la atención cuando entramos por primera vez en el Leka son los códigos QR de mesas, sillas y mobiliario. Y es que en Leka todo está en código abierto. Ya sea a través de estos códigos QR o mediante su web, tenemos acceso a los detalles de vestuario, muebles, grafismos o, incluso, la comida.

Porque en Leka creen en el código abierto y quieren compartir todo aquello que forma parte de su establecimiento con los clientes. Su objetivo es alimentar no sólo el cuerpo, sino también el alma.

Misma calidad y trato familiar que antes

Todos estos cambios, no obstante, no han hecho variar lo más mínimo la filosofía del Leka: hacer que el cliente se sienta como en su casa. Tampoco la calidad de la comida, que sigue basada en la cocina de toda la vida pero evolucionando hacia toques más cosmopolitas y modernos.

Platos para compartir como la cazuela de mejillones aromatizados con jengibre, ajos, menta, albahaca, pimienta y sal marina, el Wook thai de verduras o el carpaccio de entrecot de buey braseado con salsa de remolacha asada, parmesano, rúcula, limón, cherry asado y crujiente de pan de coca.

O platos para no compartir pero que no podremos evitar que quieran probarlos, bien se trate del bacalao frito con ensalada de col y patatas, de los calamares a la parrilla marinados en salsa de kimchi con tabulé de lentejas beluga D.O. o del lomo alto de ternera D.O. con mantequilla de romero y ajo.

O las “hamburlekas”, evolución de la hamburguesa tradicional, que podemos pedir de ternera, pollo o vegetal. Y, para concluir, cheese cake al estilo de Nueva York o granizado de vermut con helado de vainilla.

También hay posibilidad de organizar menús para grupo o empresas y, ahora que se acercan las fiestas navideñas, montar un buen menú festivo para nuestra familia o empresa.

Si barrios enteros evolucionan hacia nuevos conceptos y restaurantes como Leka se ponen a su altura, es el momento de evolucionar nosotros también y descubrir el open-food.

Carrer de Badajoz, 65
08005 Barcelona Barcelona
España

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