Torrijas: cómo hacerlas y por qué son tradición

Torrijas: cómo hacerlas y por qué son tradición
Torrijas: cómo hacerlas y por qué son tradición
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Comparable con la tostada francesa, la torrija es un dulce tradicional español que lleva muchísimos años asentado en nuestro recetario. Consiste, básicamente, en una rebanada de pan duro, la cual se empapa en leche (o vino, en una variedad cada vez más extendida), se reboza en huevo y se fríe en una sartén con aceite. Se endulza con miel o azúcar, además de con un toque final de canela para darle su característica aroma.  

Un poco de historia

La primera referencia a este producto gastronómico ronda los siglos IV y V, en un recetario obra de Apicio. Allí menciona que hay que sumergir la rebanada en leche y le daba el nombre aliter dulcia (otro plato dulce). 

El huevo aparece por primera vez durante el siglo XIV, en el recetario Le Viandier de Taillevent, bajo el nombre tostées dorées (“tostadas doradas”). La rebanada de pan, bañada en leche, se recubría en yema de huevo y se freía para, posteriormente, espolvorear con azúcar.

La torrija, tal y como la conocemos, aparece documentada a partir del siglo XV por Juan del Encina, quien utiliza el término “torreja” en un villancico. En 1607 el cocinero Domingo Hernández de Maceras deja documentado en su libro Libro de Cozina la tostada endulzada con azúcar y canela, usando ya la palabra “torrija”.

Consejos para hacer torrijas

Consejos antes de aventurarse a preparar torrijas

-    El pan debe ser blanco y duro, de 2 o 3 días. Además, la rebanada debería ser lo suficientemente gruesa para que absorba la máxima cantidad de leche. Un pan integral cambiaría completamente su sabor, por lo que se aconseja que sea de harina de trigo. 
-    La leche, preferiblemente entera. Aunque no varía mucho hacerla con leche semidesnatada o entera, siempre se recomienda usar la segunda para que infusione mejor y coja el máximo sabor. 
-    Antes de freír, asegurarse que el aceite está bien caliente, y usar un buen aceite de oliva suave, claro está. Usar papel absorbente para retirar el exceso de aceite y evitar que el producto final quede muy pringoso. 
-    Esperar. Es importante no comer la torrija recién hecha y esperar a que enfríe. Se puede combinar con helado, leche merengada, chocolate fundido… ¡Deja volar tu imaginación!

Cabe recordar también que, aunque deliciosa, se trata de una bomba calórica que hay que consumir con mucha moderación. Compartimos una receta sencilla para hacer torrijas en casa.

Receta de torrijas clásica

Receta tradicional de torrijas

Ingredientes (10 torrijas aprox):
1 barra de pan de dos o tres días antes, 1 l de leche (entera preferiblemente, o semi), 4 huevos, 200 g de azúcar blanco, piel de medio limón limón, 1 ramita de canela, 1 vaina de vainilla y aceite de oliva virgen extra.

Preparación:
Calentamos la leche en un cazo junto con el azúcar, la piel de limón, la canela y la vainilla para aromatizarla. Cuando empiece a hervir, apagar el fuego, cubrir y dejar infusionar. Reservar hasta que enfríe y colar.

Cortar la barra de pan en rebanadas de unos 2 dedos de grosor y reservar.

Batir los huevos hasta que espumen un poco, añadir dos o tres cucharadas de leche infusionada, y volver a batir. Bañar las rebanadas de pan en la leche por ambos lados, pasarlas por el huevo batido y colocar en la sartén con abundante aceite de oliva a temperatura muy alta.

Freír las torrijas por ambos lados hasta que estén doraditas, retirar y colocarlas en un recipiente con papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite y evitar que queden pringosas.

Dejar enfriar a temperatura ambiente y acabar con el azúcar y la canela en polvo.