12 Agosto, 2013
Gastronosfera

Situado en el Barrio Roca, en el municipio de Meliana y en plena huerta, Ca Pepico es imagen de la cocina valenciana de toda la vida. En un ambiente que recuerda a la Valencia de la primera mitad del siglo XX, utiliza recetas heredadas desde hace décadas y la materia prima de los alrededores.

La tradición huertense de Valencia viene de lejos, desde su nacimiento como ciudad romana y debido a su privilegiada posición al lado del mar Mediterráneo. La capital del Turia pronto se convirtió en el lugar ideal desde donde introducir nuevos cultivos como cereales, olivos y vid. Los musulmanes introdujeron otros, como el arroz o la chufa y hortalizas como la berenjena o la alcachofa y, sobre todo, la construcción de acequias y azudes permitiendo florecer la huerta valenciana gracias a estos nuevos sistemas de regadío.

En la comarca de la huerta norte, con el mar a la izquierda y rodeado de prolíferas hectáreas de huerta, se encuentra Ca Pepico. Ejemplo de restaurante tradicional de pueblo que, debido a su cercanía con la materia prima de la que se abastece, desarrolla una cocina que ha llegado hasta nuestros días como la más tradicional y emblemática, con platos típicos de la gastronomía valenciana.

Es ya todo un clásico para los amantes de la buena cocina valenciana, de la de siempre, de la que cocinaban nuestras madres y abuelas y cuyas recetas pasaban de generación en generación sin apenas retoques. Así lo destacan sus propietarios, Ana y Pepe, nietos del fundador de Ca Pepico, José Ferrer Rodrigo, establecimiento abierto desde 1930.

Cruzar las puertas de Ca Pepico es como retroceder en el tiempo, y es que Ana y Pepe han decidido conservar, tanto el encanto decorativo del local como las recetas valencianas más tradicionales que han ido disfrutando desde que eran pequeños. Si de algo puede presumir este restaurante es de sus arroces y estando en Valencia esto no podía ser de otra manera.

Ca Pepico sirve dos arroces al día, los hay de todas clases y para todos los gustos: arroz meloso con conejo confitado y verduras, arroz seco de sepia y calamar comúnmente conocido como “arroz del senyoret”, el de fesols i naps (alubias y nabos), la tradicional paella de conejo y pollo y arroz meloso del mar. También ofrece, según temporada, arroz de cuaresma con bacalao o paella de hígado de toro, curiosidades gastronómicas de la zona.

Este restaurante utiliza materia fresca y productos de primera calidad. Siempre elementos que les proporcionan los huertos adyacentes y los productos del mar que éste esté dispuesto a ofrecer según la temporada. Por la noche, la carta cambia radicalmente y las tapas, carnes y pescados sustituyen a los arroces. Se puede optar por una anchoas caseras con aceite virgen extra, el típico “esgarraet” valenciano con pimiento rojo y bacalao, quesos artesanos y jamón ibérico, patitas de sepia con cebolla, cigalas fritas, calamar salteado con ajos y habas, tellinas del Mediterráneo, “all i pebre” de anguila y patata, ensalada de la huertas y para los amantes de la carne, solomillo, chuletas de lechal, entrecot de vaca nacional, morcillas o longanizas, entre otros productos.

A parte, una bodega con más de 350 referencias de vinos. El producto estrella del restaurante son las croquetas de bacalao que es un plato sencillo, cómodo y fácil de hacer. Quizás sea ése el gran secreto del local.

Texto de Sergio Delgado

/ Otros Tradicional.

/ Te gustarán.